Con audacia y esfuerzo, Bourdain, como buen chef que es, nos presenta en esta obra un banquete divertido
sobre sus años de cocina y viajes. Ordenada según los gustos básicos: salado, dulce, ácido, amargo y umami (un término
japonés para un gusto que desafía cualquier descripción), esta colección de anécdotas nos muestra el buen paladar de
Bourdain, su gran sentido de la aventura y su buena escritura. Es este un caldo bien sazonado de historias sinceras, a
menudo escandalosas, sobre sus aventuras -y desventuras- por todo el mundo. Gorroneando una anguila en las calles de
Hanoi, revelando los aspectos más poco glamurosos de hacer televisión, hablando con un activista de comida crudívora o
confesando un complejo de culpa por matar una langosta, Bourdain está más divertido que nunca. Malos tragos,
recopilación de textos periodísticos y divulgativos no incluidos en antologías anteriores, junto con algunos materiales
inéditos, es un guiso ameno, descarnado e irreverente para admiradores y neófitos.
