Juan Villa regresa en esta novela a La Vera, el alma de Doñana, donde a lo largo de los siglos sus habitantes dieron forma a un territorio hoy vacío. Su presencia fue imprescindible para que este extremo marginal de la Península Ibérica llegara digno y reconocible a la actualidad. El autor almonteño propone devolverles la voz, lo que da ocasión de conocer entrañables personalidades como las de Tío Cardales, Tórtola Triana o Pepe Menegildo. Voces de la Vera arrebata a la desmemoria los ecos de un mundo cada vez más lejano, tragado por el implacable remolino del tiempo. En palabras de J.M. Caballero Bonald, la obra de Juan Villa relacionada con Doñana supuso para mí un verdadero descubrimiento. En sus indagaciones sobre la historia social de un territorio que el escritor almonteño conoce tan a fondo y tan de veras, ha mostrado una imagen de Doñana que yo desconocía, o conocía muy fragmentariamente, y que constituye una especie de complemento interpretativo de mis figuraciones literarias. La obra cuenta con las ilustraciones del pintor y Doctor en Bellas Artes Daniel Bilbao.
