John Gibler emprende un viaje a través de Perú, pero no uno cualquiera: se trata de un viaje a la búsqueda de los orígenes -e incluso los rescoldos- de su escritor «preferido»: César Vallejo. En estas páginas Gibler construye un diario amable y sincero -aun cuando lo que encuentra no lo es- que, tras una aparente sencillez en la escritura, oculta una inesperada carga de profundidad.