Nina Mingya Powles aprendió a nadar en Borneo. La piscina a la que iba en su infancia se convirtió en el primer cuerpo de agua que conoció. En este ensayo, que mezcla la escritura sobre el mundo natural y sus maravillas con elementos autobiográficos, Powles explora con delicadeza los cuerpos de agua que nos separan y conectan en el mundo moderno, y nos habla de lo que significa crecer entre dos culturas.