Cada viajero debería poder llevarse de una ciudad un gráfico en que se representara la suma de los itinerarios que ha realizado a pie. Miraría ese esquema como quien consulta un horóscopo natal o un código genético (...). Trato a veces de imaginar cómo sería el dibujo que formaría la suma de mis pasos sobre Pekín. Aunque me pertenezca sólo a mí, ese gráfico también dice algo sobre Pekín.