En 1802, cuando Napoleón Bonaparte constituyó su corte, nombró a Madame de Rémusat dama de compañía de la emperatriz Josefina. Claire de Rémusat pasó a ser la conversadora predilecta de Napoleón y Madame Bonaparte. Sus memorias, ricas tanto en juiciosas observaciones políticas como en revelaciones picantes sobre la familia Bonaparte, son un retrato de la vida secreta de la corte de Napoleón.