Gran novela del XX que se ofrece aquí en una nueva traducción de Jesús Ferrero que como dice en su esclarecedor prólogo, «hay que abordar como quien se adentra en un espacio oscilante y mágico, donde todo está matizado y sugerido hasta el dolor y la extenuación, y donde el lenguaje discurre como música de jazz, emitiendo en cada párrafo la luz resplandeciente y líquida de la más profunda y evanescente melancolía».