«Lo he visto con mis propios ojos, lo he oído con mis propios oídos y lo he sentido en mi propio cuerpo.» Hans Beimler (1895-1936) fue un antifascista muniqués y miembro del Partido Comunista Alemán (KPD) a quien representó como diputado en el Parlamento. Durante la República de Consejos de Baviera tuvo un papel activo en la protección de la ciudad de Dachau. Ciudad en la que, casualmente, acabaría encerrado tras caer en manos de las SA en abril de 1933. Tras su fuga en el mes de mayo de 1933, se afanó en publicar esta obra que rápidamente fue publicada en Rusia por la Cooperativa de Trabajadores Extranjeros y traducida a varios idiomas. El hecho de que su fuga tuviera éxito lo convirtió en un héroe entre los simpatizantes comunistas. Beimler decidió trasladarse a España donde se apremia a participar en la lucha contra el golpe de Estado de los generales fascistas. En el mes de octubre le alcanzó mortalmente una bala en el frente de Madrid. Su cortejo fúnebre fue de Madrid a Valencia acabando en Barcelona, donde fue finalmente enterrado en el cementerio de Montjuic. Este relato de corta extensión