Gracias a una escritura fronteriza que hibrida mecanismos en apariencia opuestos en una libre constelación de fragmentos de tradición apócrifa, esta obra nos adentra en un Japón dislocado, deliberadamente inactual, sobre el que reverberan las voces tutelares de todo un archipiélago nimbado por la invención y el mito. En su seno convergen el relato alegórico, la poesía y el ensayo de ficción.