Las emociones y los sentimientos han sido siempre determinantes en política. Pero ¿por qué ahora ocurre más que nunca? Nos proponemos mostrar cómo y por qué las emociones dominan el mundo, para ser menos prisioneros de ello. ¿Quién no ha leído algún tuit de Donald Trump y no ha percibido su odio latente o expreso? La ciencia de la emoción hace tiempo que lo estudia.