Aquí está el personaje más extravagante (y tronado) de La casita roja. Que no cunda el pánico: esta desaforada historia tiene un final feliz, ¡y tan tronchante como su protagonista!
Artículos relacionados
Otros libros del autor
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceros, para mejorar su experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Más información