Descartes concibió Las pasiones del alma (París, 1649) como un tratado
sobre la virtud y la felicidad; sin embargo, su enfoque es innovador:
el ser humano no es una mente instalada en una máquina, es
interacción de estados anímicos y corporales. En su equilibrio consiste
la felicidad. Esta obra de Descartes es una de las más clásicas e influyentes
de la psicología y de la filosofía moral.