A su muerte en 1994, Charles Bukowski dejó en su estela medio centenar de libros, pero también unos abundantes archivos de material inédito. Aquí se reúnen treinta y seis piezas que constituyen el eslabón perdido en su obra que hace que todo adquiera sentido. Este volumen alberga también ensayos de carácter literario, a modo de manifiestos que permiten rastrear la evolución del autor.