Una intrigante y seductora casa de espejos -y también de crímenes-, en la cual Vásconez se desdobla y se cuela en el otro lado del espejo. Narrador fabuloso, original que osa trasladar sus obsesiones, sus pasiones y sus sombras a un escenario protagonizado por él mismo, con toda la irreverencia que le permite confesarse ante ese ser invisible y sin rostro que es el lector.