Esta es la última obra de Jean Améry. Se publica en 1978. Pocos meses después se quitará la vida. La obra muestra de forma diáfana cómo para Améry la crítica literaria y la creación literaria se imbrican borrando sus fronteras, cómo lectura y escritura, literatura y ensayo forman una unidad determinada siempre de forma radical por la propia biografía y por la propia subjetividad.