Los Sonetos de la cárcel de Moabit pueden considerarse una autobiografía condensada en ochenta cuadros o un testamento que recoge cuanto de importante puede querer salvar del olvido alguien que sabe que sus días están contados y no tiene otro medio de dejar constancia de cuanto ha vivido, amado, sufrido o reflexionado. En opinión de Karl Jaspers son «el mayor testimonio poético que ha dejado la resistencia alemana».
El manuscrito de los Sonetos se conserva y exhibe en Múnich en el Centro de documentación del Nacional-Socialismo, que conserva también la Biblioteca de los libros quemados y proscritos por los nazis.