La poesía de Caulfield es compleja y multidimensional. Parecería que el punto de partida de cada poema ha sido un cuadro, una música, el recuerdo de una acción que la poeta recrea introduciéndo(se) en el elemento motivador de la escritura. Pero este punto de partida es, justamente, el punto de fuga del poema: Caulfield no parte de una visión falseada de la memoria como una parte de la narrativa y de la poesía postmoderna sino que, de cuestión en cuestión, avanza y llega hasta la gran pregunta que no admite respuesta: el por qué, a partir de lo cual se relativiza todo. Y se muestran, así, las contradicciones de nuestro tiempo. El libro incluye los poemas en castellano e inglés, traducción que hizo Mary G. Berg junto con la autora.