ESQUINCA, JORGE / PORTELA, MARIBEL / HARTLEY, JILL
A solas en su habitación,
a la luz de una lámpara de aceite,
Ciruela Amarilla desplegaba sobre la estera
el rollo de papel de arroz, acercaba la tinta y el pincel.
Se quedaba quieto.
Luego con su mano en alto, durante unos instantes
sostenía el pincel humedecido cuya punta brillaba
con una gota de tinta.
Y enseguida dibujaba,
con un solo movimiento acompasado,
el poema de ese día.
En el aire que enrojece,
la amapola se desnuda.
Texto de Jorge Esquinca, esculturas de Maribel Portela, fotografías de Jill Hartley.