Cuenta la leyenda que Bach escribió esta obra para ayudar a conciliar el sueño a un insomne, pero hoy la mayoría somos incapaces de pegar ojo si las estamos escuchando. La imaginación que despliega Bach, el juego sutil de recursos, los mensajes escondidos
hacen imposible que la atención se desvíe, por mucho sueño que tengamos.
Lectura recomendada: El malogrado, Thomas Bernhard (Alfaguara)